La arquitectura es un arte tan antiguo como las primeras palabras del hombre y tan moderno como el ultimo modelo de Iphone. La arquitectura es tan inmensa y abarcadora que para algunos les es imposible ponerle edad o expiración. En mi caso, considero que la misma no tiene fecha de vencimiento como bien lo pensaba el arquitecto Eric Miralles. De igual manera la considero mas como un proceso de infinitas posibilidades que un simple trazo de papel con un fin definido, como bien piensa Thom Mayne.
Con el paso del tiempo en el cual cada vez me sumerjo mas en el mar infinito que es esta doctrina, mas veo mis proyectos como por así decirlo, mis bebes. En mi mente los visualizo como obras de arte en las cuales deje noches en vela, llantos e incluso en pequeños accidentes, sangre. Se me hace irrealizable pensar que un bebe mío crezca o envejezca. Sin embargo tampoco quiero imaginarlos en una caja de cristal, porque se que el tiempo es imparable. Es por eso, que así como nosotros nos desarrollamos, los proyectos también tienen esa posibilidad. La posibilidad de convertirse en algo mas, ya sea de lo que consideran moderno o anticuado. Te todas formas, me siguen pareciendo hermosos y perfectos a mis ojos. Pues el tiempo es sabio y el cambio es indispensable en todo aspecto.
Así también, disfruto aun con dolores el proceso de creación de cada trazo de carbon en el papel, o linea de pixeles en la pantalla de mi computadora. Disfruta mas incluso este proceso que el mismo resultado. Aunque la diferencia no sea mucha, pues nada se compara a ver el fruto de mis esfuerzos. No obstante, luego de los mismo y a mi edad (que no es tanta) he aprendido a valorar los momentos en vez del final. Aun cuando quizá el final no sea lo que visualizaba. Pues en cada error nace una oportunidad de perfección que poco a poco puede ser pulida. Pienso yo que no otra como la Arquitectura para notar de esto.
En fin, la arquitectura además de crearse para diseñar espacio habitables también en si es un arte que no deja de disfrutarse. Es un medio de expresión que conecta el rinconcito mas lejano del alma con la realidad que nos rodea. es divertida, a veces angustiosa pero que siempre llena con orgullo al que la crea, al que la vive y al que la ve. Para mi, la arquitectura es una flor que se siembra sobre el terreno, el papel o la pantalla y florece atemporalmente, sin prisa.
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