Con el pasar de los años y el crecimiento constante de la humanidad, las ciudades se hacen cada ve mas y mas grande. Por consecuencia la naturaleza pierde espacio, pierde en si la vida. Esa misma vida que da paso y valor a la nuestra como humanos, a todos los demás seres vivos que comparten nuestro habitad. Sin embargo, aunque aun no en su punto máximo la arquitectura se ha ido acoplando al ambiente en vez de acoplar a este a ella. Un ejemplo de esto es el Central Park en Nueva York.
Con una población mundial actual de mas de 7 billones de personas se acarrean muchos problemas en relación a nuestro entorno. Entre ellos, la inmensidad de viviendas, autos, y la fabricación en masas; todas estas generan un daño al ambiente, el cual ha sido ignorado por décadas y que solo recientemente se ha tomado como un asunto importante por los gobiernos. Ahora que el planeta esta pidiendo a gritos piedad, ahora que se cae sobre nosotros es que las masas están abriendo los ojos al daño que el tomar y tomar sin dar nada de vuelta nos ha creado. estamos tan enfocados en vivir cómodamente, tan enfocados en generar y generar, tan enfocados en nostros que perdimos de vista lo mas importante: cuidar de nuestro espacio, del único que tenemos. Caminamos en linea recta, sin darnos cuenta que nos dirigimos directamente a nuestras tumbas.
Por suerte, la arquitectura, la buena arquitectura piensa en la vida cómoda y la vida pura del ambiente que la rodea. Es el arte que es capaz de juntar los dos puntos mas importantes de la supervivencia. El parque Central de Nueva York demuestra esto. Frederick Law y Calvert Vaux, pensaron mas allá de su tiempo, en lo que seria Nueva York en un futuro y la necesidad vital de dejarle su espacio a la naturaleza. Para ella como ser y para nosotros como descendentes de la misma. Este centro de pureza es en si, lo que permite que la ciudad sea tolerable, lo que deja que la locura se mantenga a raya, y que su daño no sea el mismo que lo seria si este parque no existiera.
La importancia de un balance entre la naturaleza y el humano es vital, y es algo que no se observa seguido. La superioridad que siente el ser humano sobre el planeta empieza cuando la comodidad se sienta, cuando los edificios se alzan sobre los arboles y cada quien esta entre cuatro paredes. Cuando se nos olvida que no somos los únicos en este planeta y que el aire acondicionado no lo tienen los ciervos en los bosques o los osos polares que mueren porque su habitad se derrite lentamente. Esta misma superioridad es enfrentada de cara cara por arquitectos, quienes tiene que ponerse de ambas perspectivas para crear el mejor diseño para tanto humanos, como el planeta.
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